Era imposible controlar mi tristeza por lo de la adopción, así que caí en el alcohol a muy corta edad. No sabía que hacer, todo lo que pedía en esta vida, lo había perdido sin siquiera saber que existía. Me sentía sola en el mundo.
No podía contárselo a nadie, nunca fui confiada, y tenía miedo de que se burlaran de mi -como saben, los niños son muy crueles-.
También tenia una ira inimaginable departe de mi, solía llorar todas las noches y cortarme los brazos para olvidarlo ... con el tiempo me di cuenta de que eso era algo innecesario.
Empezé a sentirme mal... todo empezó con un simple dolor de cabeza, luego me mareaba, pero nada muy grave.
¿Por qué no me suicido?-pensé-.
Y luego automáticamente, llego una respuesta a mi misma, la cual era "si me suicido, haría lo mismo que hizo mi padre, y estaría haciendo sufrir a alguien tal y como el lo hace conmigo".
Traté de seguir adelante, jamás me rendí.
"Hoy cada noche los intento recordar,
pero los recuerdos son tan borrosos
como la niebla en el campo llamado corazón".
Alice.
0 comentarios:
Publicar un comentario